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Micología
Oña y sus alrededores es un buen lugar para los aficionados a disfrutar con las setas. En Penches, a cuatro kilómetros de Oña, tenía su segunda residencia el micólogo José Manuel Ruiz Fernández (Bilbao, 1925-2006), más conocido por el Ruso. Resulta que José se aficionó a las setas en la ex Unión Soviética, donde fue evacuado a los diez años como uno de los llamados “niños de la guerra”, durante la contienda civil de 1936. Después volvió a España y se ha jubilado como trabajador de La Naval de Sestao.
Con el Ruso se han organizado en Oña varias exposiciones micológicas, algunas con casi dos centenares de especies, que él pacientemente clasificaba. También ha enseñado a recolectar y apreciar especies comestibles que van más allá de los níscalos, los champiñones o las pardillas.
José Manuel Ruiz era colaborador habitual de la revista Setas y plantas y ha publicado tres tomos de su Guía Micológica: Orden Boletales en España (1997), Género Amanita en España (2004) y Género Agaricus en España (2005), los dos últimos en colaboración con su hijo, Esteban Ruiz Pastor. En una conversación mantenida con él poco antes de morir, se mostraba con ánimos de realizar otro volumen monográfico con las Rússulas que pensaba recolectar y fotografiar durante el otoño. Estos libros no se distribuyen en las librerías, sino tras las numerosas conferencias que ofrece el autor. Para la adquisición de ejemplares se puede llamar también a los teléfonos
94 402 62 53657 719 350
635 708 828
Aparte de sus conocimientos sobre micología, el Ruso destaca por la calidad de sus fotografías. En los populares libros sobre setas de Iberduero, firmados por su buen amigo Ramón Mendaza, hay más de 200 fotografías suyas, aunque no figuran reconocidas como tales.
Conocimientos científicos, buenas fotografías y un lenguaje cercano es lo que ofrece Ruiz Fernández en sus publicaciones. En una de sus guías escribe lo siguiente sobre el AGARICUS BITORQUIS de cultivo:
“En lo que va de año, de este año 2004, no he visto ni una seta silvestre. A mediados del mes de agosto, estando veraneando en Penches, entré al supermercado de Oña (Burgos) a hacer algunas compras. Me llamaron poderosamente la atención unas bandejitas de champiñones que tenían expuestas, por su frescura y su blancura. No pude vencer la tentación y me llevé un par de ellas, no sin antes mirar a mi alrededor por si había algún conocido que me viera y que luego comentara: ‘He visto al Ruso comprar champiñones. ¿Será posible?’, como ya ocurrió en cierta ocasión.
En casa me puse a limpiarlos y al cortar la parte inferior del pie vi que la carne no enrojecía como ocurre con el Agaricus bisporus de cultivo. Observé entonces que estando el sombrero cerrado, o sea, estando las láminas cubiertas por el velo himenial, presentaban un anillo. Este anillo provenía del velo general, que al ser membranoso y persistente al desarrollarse el sombrero se rasga por el borde dejando un anillo en la parte baja del pie.
Seccioné verticalmente unos cuantos ejemplares y vi con claridad que lo que me habían vendido no eran Agaricus bisporus de cultivo, sino Agaricus bitorquis. Fue una sorpresa para mí, pues era la primera vez que los veía en la tienda. Tengo que decir que me parecieron de mejor calidad que los champiñones corrientes.”
Pues bien, el micólogo José Manuel Ruiz ha tenido la deferencia de escribir un artículo para esta página web de la Asociación de Estudios Onienses, en el que nos habla incluso de algunas especies nuevas descubiertas por él en la zona. Su título es:
Las setas de Oña y sus alrededores