Monjes de Vasconia en el monasterio benedictino de Oña (Burgos) entre los siglos XVI y XIX, Sancho el Sabio, 25, (2006), pp. 11-23.

Por Eduardo Rojo Díez

La presencia de monjes del País Vasco y de Navarra fue importante en el monasterio de Oña entre 1569 y 1834, ya que supuso el 12% del total de aproximadamente 700 benedictinos que tomaron el hábito en ese periodo. La cuarta parte de estos monjes vascones tuvieron cargos de responsabilidad, como abad o prior. Su aportación fue destacada también en la botica y en la liturgia musical de esta abadía castellana. Los monjes navarros son los que más peso tienen en el convento oniense, lo cual deja entrever que, siglos después, continuó la tradición iniciada por Sancho III el Mayor, rey navarro que se encuentra enterrado en el panteón real de Oña. Les siguen en número los monjes alaveses, configurándose así un vivero vascón de vocaciones situado principalmente en torno al valle del Ebro. De los 82 monjes vascones que hemos registrado, siete llegaron a ser nombrados abades, cuatro en Oña (Miguel Amel, Juan de Redín, Íñigo de Usaola y Plácido del Castillo) y el resto en otros cenobios.