LAS SETAS DE OÑA Y SUS ALREDEDORES de José Manuel Ruiz

jose manuel ruiz

Oña es una villa de Burgos asentada en terreno accidentado, en el fondo de un valle que se estrecha hasta formar una garganta, célebre por la Abadía de Oña, fundada en 1011 por el conde Sancho de Castilla para servir de panteón a su familia.

pinar de agaricus

A los pies de la Villa, bordeando el río Oca, pasa la carretera nacional Santander-Logroño con desviación, a los 9 kms., a Briviesca y a Poza de la Sal. La vegetación dominante que encontramos a nuestro paso es el pino marítimo o rodeno (Pinus pinaster). Si seguimos por la carretera a Briviesca, pasamos por el pueblo Cornudilla y un poco más adelante llegamos a un viejo pinar donde antaño se sangraban los pinos para obtener la resina. Es un pinar llano, asentado sobre terreno arenoso, fácil de andar.

agaricus arvensis agaricus macrosporus

Entramos con el coche por un camino de tractores que lo atraviesa. Si es primavera es posible que encontremos algún coche de Bilbao con algún micólogo que se ha desplazado más de 100 km para buscar especies raras que aquí se dan.

Las setas comestibles que aquí podemos encontrar en Primavera son: Agaricus mascae, Agaricus spissicaulis y Agaricus macrocarpus. Las tres son excelentes comestibles.

En Ascomicetos podemos encontrar variedad de especies con interés para micólogos. Los seteros pueden aquí llenar sus cestas con la Sarcosphaera crassa, un Ascomiceto que es de tamaño grande y brota con abundancia. Presenta un carpóforo de 5 a 15 cm de diámetro de forma esférica, semi hipógeo, que se abre en estrella, mostrando un himenóforo liso de color violeta. Es comestible previa cocción, pero antes hay que limpiarlo bien y eso es un poco trabajoso.

agaricus maskae2 boletus aereus

Otra especie que sale con gran abundancia es el Suillus granulatus, considerada como un buen comestible. En algunas personas puede provocar una acción laxante sin dolor y sin consecuencias, por lo que se recomienda comer poca cantidad al principio.

Nos vamos de aquí con nuestras cestas a otro hábitat: los carrascos. Las zonas cubiertas por el carrascal son numerosas pero nos dirigimos al lugar más cercano- el pueblo de Hermosilla.

Este hábitat nos ofrece setas de gran calidad gastronómica como la Russula vesca, la Russula ilicis y el Leccinum lepidum, pero también una de las setas mortales más peligrosas: la AMANITA VERNA. Es de un blanco inmaculado en todo el carpóforo por lo que la hace más traicionera. Es muy frecuente. El terreno donde fructifica es muy arenoso y en principio asoma solo el sombrero como tendiendo una trampa al inexperto setero. Si quitamos la arena alrededor del sombrero y la vamos desenterrando aparecerá un pie largo con una volva membranosa en la base y un anillo alto membranoso también.

boletus edulis calocybe gambosa

Desde aquí Poza de la Sal y el páramo lo tenemos a tiro de piedra, bien cerquita. Subimos al páramo y nos asombramos con un gran paisaje quijotesco, líneas y líneas de “Molinos de viento” que no muelen trigo sino que convierten la energía del viento en energía eléctrica para después moler el trigo en otros lugares y muchas cosas más. Don Quijote lo vería como un fantástico encantamiento. Para nosotros los seteros es un fastidio enorme ya que han arado todo el terreno y miles de setales han desaparecido.

¡ Qué vamos hacer, hay que dar paso al progreso!

El páramo es muy extenso, quedan muchos lugares donde el setero puede llenar las cestas. En primavera en el páramo tenemos cuatro especies a destacar que son: Agaricus macrosporus, Agaricus arvensis, Leucopaxillus lepistoides, Tricholoma goniospermun y por supuesto, también Calocybe gambosa y Marasmius oreades.

El pino albar o silvestre en primavera nos da Suillus granulatus y Boletus aereus.

leccinum lepidum marasmius oreades

Pero son pocas las zonas donde encontramos este hábitat y tendremos que dirigir nuestros paseo por la carretera que va de Oña a Barcina de los Montes.

Volvemos de nuevo al pinar de Cornudilla pero en otoño, a principios de Noviembre. Encontramos aquí el Lactarius deliciosus, el auténtico, el que más prestigio tiene, los demás son imitaciones y salen bajo pino silvestre, estos son el Lactarius quieticolor, el Lactarius sanguifluus y el Lactarius semisanguifluus y aunque son comestibles son de inferior calidad.

Otra especie que sale en abundancia es el Tricholoma auratum de comestibilidad dudosa pero con el cartel de ¡mortal! En el País Vasco está prohibida su recolección y consumo.

russula vesca suillus granulatus

Las Russulas son abundantes, de todos los colores, sobre todo de Russula cessans y Russula torulosa pero no son comestibles por su sabor acre, aunque la Russula cessans sólo es picante en las láminas y con la cocción la acritud desaparece y se puede consumir tranquilamente. Algunas Macrolepiotas proceras esparcidas por el pinar es posible encontrar. Hay que tener los ojos muy abiertos si vais a coger Tricholoma auratum pues fructifican en estos pinares una Amanita phalloides con sombrero amarillo que se puede fácilmente confundir con el Tricholoma auratum aunque ésta tampoco se debe consumir.

Podemos destacar una especie blanca que forma setales y es comestible, aunque para mí es mediocre comestible, es el Leucopaxillus paradoxsus. Y de aquí nos vamos porque todas esas pequeñas setas que estamos viendo son para los “micólogos”.

suillus luteus tricholoma auratum

Estos pinares resineros no nos ofrecen ni Boletus edulis ni tan siquiera Suillus luteus, ni el Cantharellus lutescens que es abundante en los pinares de pino silvestre que es allí donde debéis ir si los queréis encontrar.

En los carrascales en otoño fructifican gran cantidad de especies que no vamos a enumerar.